!Hola chicas! sigo recibiendo fotones de algunas novias del 2017. Hoy os traigo la boda de Eva Valderrama y Rogelio Pérez, una pareja encantadora con una boda nada convencional.
Daban el sí quiero un 14 de Agosto en Villanueva del Ariscal en segundas nupcias, aportando cada uno a la familia 3 hijos por parte de Eva y 2 por parte de Rogelio.
Conocí a Eva por mediación de la fotógrafa Patricia Quin de la Petit Chambre, autora de las fotos de la boda en cuestión.
Recuerdo que el primer día que contacté por teléfono con ella, hablamos alrededor de 25 minutos, tiempo en el cual ya atisbé la fuerte y decidida personalidad de la novia. Me hizo una descripción clarísima de la visión y el estilo que quería en su boda, donde la plebe familiar jugaría un papel protagonista y destacado. La boda sería diferente, divertida, emotiva y especial.
Eva Valderrama, diseñadora de su traje de novia
Eva es una mujer bellísima y muy fotogénica como podéis ver . Tambien es poseedora de una energía arrolladora talentosa y creativa. ¡Ahí es nada!
El día que llegó a mi estudio para las pruebas Carmela Martín y yo la esperábamos para diseñar su look de peinado y maquillaje. Tras intercambiar preguntas, ideas y sugerencias , nos hizo una descripción detallada de cómo sería el traje de novia que ella misma estaba diseñando y que incluso confeccionó.Tenía claro que quería huir del convencionalismo, no le apetecía llevar la espalda al aire sólo porque en ese momento fuera tendencia única en moda nupcial. quería estar cómoda, sexy y a la vez elegante. Eva estába convencida de que para ese día tan especial debes mirarte hacia adentro para poder ser tú misma y sacar lo mejor de ti.
Su vestido se realizó en triacetato con galón y encaje de tul bordado en blanco roto y beige. La falda estaba plisada. La década de los años 20 fue su inspiración a la hora de diseñarlo.
Carmela realizó este precioso peinado con unas fabulosas ondas que le favorecían muchísimo.
Los pendientes de oro amarillo y pequeñas esmeraldas fueron regalo de su abuela materna cuando Eva cumplió 18 años.
El ramo de novia también lo hizo ella con rosas blancas, y ramas de olivo de su jardín.
Y llegó el día….
Carmela y yo nos trasladamos a la casa de campo que la familia tiene en Villanueva del Ariscal. Un lugar al que adoran escapar para disfrutar del silencio y la tranquilidad.
Allí conocimos a casi todos los miembros de la familia.
Sus chicos estaban encantados con todos los preparativos del set de maquillaje y peluquería.
Le hacían fotos con sus móviles y también muchas preguntas como dónde está esto o lo otro, y es que ….una mami es una mami aunque esté a punto de casarse y solo ellas saben mejor que nadie la logística familiar.
Cuando ya estábamos en faena, llegó Patricia Quin, la artista de las fotos de su boda para poner la guinda a nuestro trabajo, a partir de ese momento ya se iba notando el paso del tiempo, el reloj avanzaba , y la boda empezaba a estar muy cerca.
Eva se retiró para vestirse, al verla no pude pensar otra cosa más que ¡qué bellezón!¿ No creéis lo mismo?
La celebración.
Fue en el restaurante El Potro de Villanueva del Ariscal. Hace 30 años ese lugar era una discoteca y allí mismo, delante de un pozo empezó a salir con el que hoy en día es ya su marido.
El pozo se ha mantenido desde aquella época y delante del mismo se casaron rodeados de los que apostaron por su relación sin dudarlo.
Una preciosa historia, ¿verdad?
Desde aquí Eva, te doy las gracias por la confianza plena en nuestro trabajo, y sabes que te deseo muchísima felicidad.
A vosotros que me leéis también os doy mil gracias.
Un abrazo.
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